30/3/14

Magnum Sumere Animum - Asumir una mente elevada

De las Cartas Morales de Séneca: 29. Magnum Sumere Animum: El invierno trae frío: hay que helarse. El verano vuelve a traer calor: hay que sudar. Las inclemencias del tiempo atacan la salud: hay que enfermar. (Hiems frigora adducit: algendum est. Aestas calores refert: aestuandum est. Intemperies caeli valitudinem temptat: aegrotandum est). Unas veces tendremos que enfrentarnos a un animal salvaje, y otras, al hombre, más peligroso que todas las fieras. El agua nos arrebatará una cosa, el fuego, otra. (Et fera nobis aliquo loco occurret et homo perniciosior feris omnibus. Aliud aqua, aliud ignis eripiet). Esta disposición de las cosas no la podemos cambiar (hanc rerum condicionem mutare non possumus). Pero sí que podemos hacer esto: asumir una mente elevada, digna de un hombre bueno, con la que sufrir valerosamente las contingencias del destino y armonizarnos con los dictados de la naturaleza (illud possumus, magnum sumere animum et viro bono dignum, quo fortiter fortuita patiamur et naturae consentiamus). (Ep. cvii)

26/3/14

Multis Accidit - Ya ha sucedido a muchos

De las Cartas Morales de Séneca: 28. Multis Accidit: ['Me quejo porque me ha sucedido tal o cual cosa'] Sí, y a otros les han robado, otros han sido acusados, a otros les han matado, traicionado, atacado con veneno, o con calumnias (alium compilaverunt, alium accusaverunt, alium occiderunt, alium prodiderunt, alium calcaverunt, alium veneno, alium criminatione petierunt). No importa qué problema menciones, ya ha sucedido a muchos (quicquid dixeris, multis accidit). No nos extrañemos de nada de aquello a lo que hemos nacido, y de lo que nadie debería lamentarse simplemente por esta razón, porque es igual para todos (nihil miremur eorum, ad quae nati sumus, quae ideo nulli querenda, quia paria sunt omnibus). Que esta ecuanimidad gobierne nuestra mente y paguemos sin lamentarnos los impuestos de nuestra mortalidad (imperetur aequitas animo et sine querella mortalitatis tributa pendamus). (Ep. cvii)

21/3/14

Non Delicata Res - No es cosa delicada

De las Cartas Morales de Séneca: 27. Non Delicata Res: La condición de esta vida es la misma que la de un viaje: algunas cosas te serán destinadas expresamente, otras sucederán por accidente (eadem vitae condicio est, quae itineris: quaedam in te mittentur, quaedam incident). Vivir no es cosa delicada. Has entrado en un largo camino: resbalar es inevitable, y chocar, y caer, y fatigarte (non est delicata res vivere; longam viam ingressus es; et labaris oportet et arietes et cadas et lasseris). En un lugar tendrás que dejar a un compañero atrás; en otro, enterrarás a alguien; en otro, sentirás temor (alio loco comitem relinques, alio efferes, alio timebis). Es a través de tropiezos de esta clase que se ha de recorrer ese rugoso, áspero camino (per eiusmodi offensas emetiendum est confragosum hoc iter). (...) De estas cosas no puedes escapar. Pero despreciarlas y tenerlas en poco, puedes (effugere ista non potes, contemnere potes). (Ep. cvii)

18/3/14

Un sistema cósmico radiante

"La única persona que estaba 'en buenas relaciones' con la muerte era Teta. Sólo para ella tenía la muerte un significado dentro del orden universal. Nosotros, los de la edad moderna, nos sentíamos confusos, inseguros, pasivos, desmoralizados, temerosos frente a lo que es el eje de todos los sucesos terrenales. ¿Quién manifestaba una actitud más espiritual delante de la mayor de todas las cuestiones? ¿Nosotros, los llamados intelectuales, que veíamos la muerte como decadencia, o esta simple sirvienta, para quien la muerte era la etapa más significativa dentro de un sistema cósmico claro y radiante? Sus nociones de esa arquitectura luminosa las considerábamos pueriles y primitivas, pero nosotros no teníamos ninguna noción en absoluto. Dentro nuestro había sólo un vacío espiritual, como en las mentes de los animales."

"Pensamientos como estos me atormentaban durante la larga noche de vigilia en la habitación del joven muerto. ¿Llegaría nunca el día en que nosotros, los modernos, dejaríamos de estar condenados a un materialismo hipercrítico, y podríamos por fin tomar nuestro propio lugar, sin desdeñosas reservas mentales, dentro de un radiante sistema cósmico que se extendiera desde lo alto, en los cielos, hasta la tierra debajo?"

(Franz Werfel, Embezzled Heaven)