21/6/15

Devictum Ex Levi Flatu - Vencido por un leve soplo


Y mientras me considero un tanto seguro y a salvo (et dum puto me aliquantulum tutum), sin darme cuenta (cum non sentio) me encuentro a veces (invenio me nonnunquam) penosamente vencido por un leve soplo (poene devictum ex levi flatu).

Tomás de Kempis, Liber Imitationis iii, xx.

20/6/15

Parecido a una carta de amor


--Pero tú, a ver, ¿cómo te pones a discutir de pedagogía, filosofía, de lógica, teología, y de todo lo divino y lo humano? Cuando tengo entendido que tienes pocos estudios, o ninguno, y que trabajas de conserje en un Instituto de Enseñanza Secundaria. ¿Es así? --Es exacto. Lo hago para divertirme. No me hace falta ni siquiera entender lo que digo porque viene de la tradición occidental, a la que todos pertenecemos, y está basado en el sentido común, que también es de todos, aunque no igualmente repartido. Por tanto, un tonto más, qué más da. --Entonces, ¿no deberías ser más humilde? --Seguramente. Es decir, con toda seguridad. Pero, a ver si sabes cómo empieza una carta de amor. --¿Cómo? --Sin saber lo que se va a decir. Y a ver si sabes cómo termina. --¿Cómo? --Sin saber lo que se ha dicho. Pues aquí es muy parecido.

11/6/15

Saber sin Estudiar - No existe


Un profesor no debería empujar a sus alumnos a ser más ignorantes. Pero esto es lo que está haciendo cuando les da a entender y hasta insiste - de acuerdo con teorías supuestamente innovadoras - en que para saber no hace falta estudiar, y que memorizar está anticuado. Esta clase de teorías deben ser totalmente erróneas, porque - especialmente en las llamadas 'artes liberales', o de las personas libres, más que en las artes prácticas y mecánicas - el aprender y el saber están basados precisamente en la memoria. Claramente, si de lo que aprendemos excluímos la memoria, al momento siguiente no queda nada.

Si se nos objeta que lo que queremos saber lo podemos encontrar siempre en el Diccionario o en Internet, a esto contestamos que, en ese caso, son el Diccionario o Internet quienes lo saben, y no nosotros. Es como si alguien nos pregunta algo y decimos que no lo sabemos, pero que sabemos de otra persona que sí lo sabe, que iremos a preguntarle y después contestaremos. En ese caso, ¿quién sabe la respuesta? ¿nosotros, o la otra persona? Es la otra persona, y con Internet es lo mismo. Y hasta ese dato imaginario que acabamos de aprender de Internet, podemos decir que lo sabemos sólamente en tanto en cuanto lo mantenemos en la memoria: en el momento en que lo perdemos de la memoria, al momento siguiente - por lo que respecta a nosotros personalmente - lo hemos perdido del todo.

Siempre se ha dicho que sólo sabemos lo que en la memoria tenemos (tantum scimus, quantum memoria tenemus). Pero no hace falta el latín: cualquiera que se tome la molestia de analizarse, y de analizar qué sabe y qué no sabe, podrá comprobar empíricamente, en su propia experiencia, que esto se corresponde exactamente con la verdad. Y que lo contrario, por tanto, no.

Saber sin estudiar - es como el Ave Fénix de la Arabia Pétrea:

...come l'araba fenice,
che vi sia ciascun lo dice,
dove sia nessun lo sa.

Todos dicen que existe, pero nadie sabe dónde está.