9/6/12

Un hombre no es una planta

Ita vita: "Tenía yo entonces unos veinticinco años (explicó N. N.) (...) Tenía salud, era joven y feliz, mi dinero todavía no se había agotado, las preocupaciones todavía no habían conseguido acumularse. Vivía sin ningún problema y hacía sólo lo que yo quería hacer -- en una palabra, florecía. Es esos días nunca se me ocurrió que un hombre no es una planta y que no puede florecer durante mucho tiempo. La juventud se alimenta de pasteles azucarados de colores y los considera el pan de cada día. Pero llega un tiempo en que te ves empezando a pedir aunque sean migajas. No obstante, ésta no es ahora la cuestión." (Así empieza Asya, de Iván Turguénev).

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