21/7/15

Identificando problemas correctamente (3)


Si yo veo a Mas como malo, Mas es efectivamente malo para mí. Pero por mucho que yo vea a Mas como malo, Mas no es malo en sí. Si yo veo a Rajoy como malo, Rajoy es efectivamente malo para mí. Pero por mucho que yo vea a Rajoy como malo, he de entender que Rajoy no es malo en sí. Si veo un periódico como malo, el periódico es efectivamente malo para mí. Pero por mucho que yo vea al periódico como malo, he de entender que el periódico no es malo en sí.

¿Cómo entender esto? Muy fácilmente. Viendo directamente y entendiendo que otros existen a quienes les gusta lo que a mí me parece mal, y que lo que me parece bien a mí, a ellos les disgusta. Con esto, con algo de respeto por mis iguales, este pensamiento puede ser muy útil. Pero si pienso que mis iguales son sólo los de mi partido, entonces dejémoslo correr.

Si una cosa fuera intrínsecamente mala, sería necesariamente mala en sí misma, y sería mala para todo el mundo. ¿Por qué? Porque, puesto que sería ella misma mala, no necesitaría ni dependería de la opinión de otros, y necesariamente todo el mundo la vería mal. Pero ya que este no es nunca el caso, podemos darnos por satisfechos con que una cosa tal como una persona o cosa intrínsecamente mala no existe, y que todo depende de nosotros mismos.

'Entonces,' dices, '¿qué? ¿ya no puedo ver como malos a Mas y los demás, o qué?' Sí, hombre, no te preocupes. Podemos girar el pensamiento de arriba al revés y pensar: 'Por mucho que yo vea a Mas como malo, Mas no es malo en sí. Pero si yo veo a Mas como malo, Mas es efectivamente malo para mí'. Y lo mismo con Rajoy y todo lo demás.

No hay comentarios: